En el diario vivir es que podemos demostrarle a Dios si estamos preparados para afrontar los desafíos, todo lo que hacemos revela la condición en la que estamos.
El éxito se logra a través de afrontar las dificultades con esfuerzo y disciplina, así que no debemos sentirnos mal o culpables cuando otros ven nuestras bendiciones, todo lo contrario, el éxito es la evidencia que las bendiciones se obtienen cuando uno obedece confía y dedica a Dios todo el éxito obtenido tal como lo hizo Ana con su hijo Samuel.
La vida que tenemos el día de hoy la tenemos gracias a que Dios abrió un camino a través de su palabra y nosotros estamos aquí para manifestar Su gloria en los caminos que Él ha abierto para cada uno de nosotros.
No podemos esconder las bendiciones si yo escondo algo que proviene de Dios estoy negando que su palabra que me abrió un camino de éxito y bienestar.
La iglesia de Jesucristo no es una luz debajo de la mesa, la iglesia de Jesucristo y nosotros somos una luz sobre la mesa y debemos demostrar en nuestro diario vivir, que nuestra prioridad es estar saturados De Dios y manisfestar sus bendiciones en nuestras vidas.
Ahora bien debemos entender que el éxito no es la ausencia de desafíos en la vida, pero sábenos que con cada prueba Dios nos señala una salida y que Él no va a darnos cargas que no podemos llevar.
Israel estaba teniendo mucho éxito y bienestar como nación, pero se había descuidado en su relación con Dios, y ya no estaba haciendo lo que era correcto y Dios trajo una sequía sobre la nación de Israel.
Isaías 44:3-4 Nos enseña la palabra de aliento que Dios trae sobre Israel, vemos como los que vivían bien y se descuidaron aún les alcanza la Gracia y Misericordia en medio de la sequía se produjeron milagros y cuando clamaron por agua, Dios les dio agua, Dios hizo un milagro.
De esta misma manera Dios ha hecho con cada uno de nosotros, su palabra no vuelve atrás vacía. Cuando evaluamos nuestra condición, nos arrepentimos, reconocemos que fallamos y que nos descuidamos; clamamos por agua y Él nos da ríos de agua y también derrama de su Espíritu Santo sobre nuestras vidas.
Pastor Alexander García.
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